Los servicios ecosistémicos se definen como “los beneficios
que proporcionan los ecosistemas a los seres humanos”. Los principales
servicios ecosistémicos que proporciona la biodiversidad, como el ciclo de los
nutrientes, la retención del carbono, la regulación de plagas y la
polinización, sostienen la productividad agrícola. La promoción del
funcionamiento saludable de los ecosistemas asegura la resistencia de la
agricultura, a medida que ésta se intensifica para satisfacer la demanda
creciente de alimentos.
El cambio climático y otras crisis pueden tener
repercusiones importantes en las funciones fundamentales, como los servicios de
polinización y regulación de plagas. Sigue suponiendo un desafío aprender a
reforzar las relaciones ecosistémicas que favorecen la resistencia y a reducir
las fuerzas que impiden que los agroecosistemas proporcionen bienes y
servicios.
Los sistemas
ecosistémicos pueden ser:
- · de apoyo (por ejemplo, formación del suelo, ciclo de los nutrientes, producción primaria)
- · de aprovisionamiento (por ejemplo, alimentos, agua potable, leña, fibra, productos químicos biológicos, recursos genéticos)
- · de regulación (por ejemplo, regulación climática, regulación de enfermedades, regulación hídrica, purificación del agua, polinización)
- · culturales (por ejemplo, espiritual y religioso, recreación y ecoturismo, estética, inspiración, educación, ubicación, herencia cultural).
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